24 julio, 2010

Un análisis de mi blog (3 de 3)

Para finalizar con el post, añado la tercera parte del trabajo "Los significados de ser profesor y profesora en el siglo XXI" donde están las conclusiones del mismo.

5. CRUCE DE MIRADAS. CONCLUSIONES

Hemos comprendido que la finalidad de este trabajo no es simplemente desarrollar nuestra creatividad, estimular nuestro recuerdo, reflejar nuestra opinión y conocer la de otras personas, sino que tiene objetivos de fondo, tratar de comprender esa función que nos queda tan próxima en estos momentos y que resulta de tan difícil comprensión, relacionar estas diversas opiniones y nutrirnos de ellas para de este modo aprender a ejercer la profesión que hemos elegido, y a tener en cuenta lo que opinan los demás, no solo para enriquecernos sino también para, de cierto modo, tener argumentos para defendemos, considerando el desprestigio al que estamos sometidos.

Partiendo de esto, hemos encontrado que nuestras opiniones mantienen un eje común, y que este eje se comparte con las de los diferentes autores que hemos tratado y de la profesora que hemos escogido debido al blog que analizamos.

Todos compartimos la idea de que la docencia no es el trabajo ideal que cualquiera desearía, con muchas vacaciones y un salario de funcionario que, a pesar de no ser excesivo, podría decirse que da para vivir. Es un trabajo que requiere de una dedicación, no absoluta, pero si intensa, y que, además se encuentra desprestigiado. Parece que nadie valora la dificultad que esta tarea atañe, el esfuerzo que requiere, o la responsabilidad que la sociedad le exige pero no le ayuda a conseguir. Y no llega con esto, sino que se le suman multitud de críticas y multitud de “aficionados” que se creen con competencias suficientes para juzgar un trabajo que ni conocen, como podemos observar claramente en un vídeo que esta profesora de primaria sube a su blog, en el que sale el periodista Iñaki Gabilondo, expresando la idea de que “si en las casas nadie dice no y en los colegios nadie puede decir no, ¿quién podrá marca límites…?” ¿Quién podrá llevar a cabo la educación que la sociedad exige, si se limitan los medios, se desprecia al encargado de llevarla a cabo y se eximen las responsabilidades que no recaen sobre éste?.

Unido a este proceso de desvalorización del profesor parece que el hecho de que se trate de una profesión considerada como “feminizada”, por su gran porcentaje de profesoras frente a profesores, sobre todo en los primeros niveles de la enseñanza, siendo normalmente las mujeres las que ocupan puestos menos valorados, que prestan atención a esa capacidad de cuidado, probablemente fundamentada en el instinto maternal que todas en algún momento tenemos, y que parece considerarse “malo” en vez de ventajoso. Sabemos que no es malo, que sea una profesión feminizada, viendo que los relatos que hemos contado y el blog analizado, expresan la importancia de la buena labor que pueden hacer tanto un hombre como una mujer. Y apreciando que todas estas características no son más que estereotipos, siendo un claro ejemplo la profesora del blog, que cuenta que a ella lo que le gusta de los niños es que son seres que aprenden, que evolucionan, que afrontan retos día a día, expresando en sus palabras que no es la típica profesora que escogió su carrera porque le “gustasen los niños”.

Nos gustaría destacar que el Sistema Educativo Español se encuentra en proceso de descentralización, algo que nos preocupa pero a la vez de nos da un aliento cara el futuro. Nos preocupa porque es necesario que se repartan responsabilidades, pero que a la vez se respeten las mismas y se deje cierta autonomía, quizás eliminando cierto tipo de burocracia absurda que no hace más que ralentizar el trabajo y, como hemos visto a lo largo del trabajo, si estamos en una sociedad que demanda cambios a corto plazo, ¿no es sino una contradicción alargar la obtención de resultados de este modo? Sólo podemos decir que, contando con que estamos avanzado, y que en relación a hace 20 años la educación ha mejorado ciertos aspectos, aunque le queden muchos por mejorar, es este un comienzo más, cara a una mejora que, como todo en este ámbito, requiere su tiempo, y de seguir a este ritmo, pensando positivamente ya que creemos en la posibilidad de cambio, podremos vivir en nuestra, esperemos, larga vida laboral.
Y esta mejora es posible, si creemos en buenos profesionales, si tenemos entusiasmo por innovar, por crear, por enseñar, pudiendo comprobar con este trabajo que esto no es una utopía, ya que hemos tenido profesores que nos han marcado positivamente, y aunque no siempre, aún hay profesores con ganas, a los que les gusta su profesión a pesar de todo. Hemos analizado, en este trabajo, el blog de una profesora joven, con entusiasmo, con ganas de trabajar, motivada y capaz de motivar, con ganas de expresarse y de compartir con nosotras y con muchas más personas lo que hace, como lo hace y porqué lo hace, dándonos ganas de empezar a trabajar e intentar cambiar el mundo, algo que, aunque suene idealista, no es soñar, ya que si nos proponemos metas altas conseguiremos esa satisfacción que nos haga recordar, en momentos de debilidad, el sentimiento que nos llevó a querer ejercer esta profesión, conociendo a priori las “desventajas” que esto supone.

Una de las exigencias de la sociedad del conocimiento es la que ha causado la aparición de las TICs, un nuevo recurso que puede provocar mejoras significativas, pero también puede convertirse en un instrumento de retroceso, utilizándolo incorrectamente como ocurre en muchas ocasiones. Pero a pesar de ser conscientes de esto, no se facilita formación a los docentes y se convierte para ellos en un problema más en vez de en una ayuda. Se sabe que estas tecnologías son de vital actualidad, que están al orden del día, y que se puede aprender, podemos conseguir que nos ayuden a alcanzar el éxito. La profesora de infantil de la que hemos hablado, destaca la importancia de las mismas y las introduce en su vida diaria y en el aula, aprovechándose de ellas para dinamizar su trabajo.

Lo que no conseguimos entender es como los seres humanos podemos llegar a ser tan contradictorios, reivindicando algo que nosotros mismos impedimos, depreciando la institución en la cual soltamos a nuestros niños con seis años y los recogemos como mínimo diez más tarde pretendiendo que salgan educados, como si de una fábrica se tratase, relegando en las personas que allí trabajan toda la responsabilidad, aún pensando que no hacen correctamente su trabajo. Se les pide que se formen continuamente, que estén al día con los cambios que se producen en la sociedad, que consigan la plena integración, la normalización, que utilicen la diversidad de manera enriquecedora, que integren las TICs, que se adapten a lo que la sociedad en su conjunto opina… todo esto en una sociedad que lucha por avanzar, pero todavía segregadora, que destaca las diferencias, con miedo a la diversidad, con recursos que no saben utilizar, con una educación objeto de disputa entre los políticos más destacados. Solo hay que pararse a pensar en la actual polémica sobre la nueva materia “Educación para la ciudadanía”, una lucha aparentemente de valores pero fundamentada en el ansia de demostrar que partido tiene el poder en cada momento. En el Blog, esta profesora reflexiona sobre esto, diciendo que, al fin y al cabo el currículum de esta asignatura sería muy parecido al de “Ética” pero adaptado a diferentes cursos. Graves disputas que forman parte de la sociedad en la que vivimos y los problemas que en ésta existen.

Nos ha llamado la atención otra contradicción que repercute bastante en la formación de los docentes. Parece que somos conscientes de que la docencia es una profesión tremendamente práctica, en la que la experiencia tiene un papel esencial, podría decirse que se complementa con los conocimientos teóricos, teniendo un peso parecido en la balanza, sin embargo, las prácticas que realizamos en nuestra carrera, suman cinco semanas en total, en las cuales estamos tremendamente receptivos, por las ganas que tenemos de aprender, pero no nos llegan ni para empezar. Queremos profesionales formados, con experiencia, y no se les brinda prácticamente ninguna posibilidad. Aún así, un gran número de las personas que estudian este tipo de carreras se esfuerzan por coger experiencia con niños, con adolescentes, realizando cursos como el de monitor de tiempo libre o realizando voluntariado en diferentes ámbitos, así como aprendiendo diferentes idiomas aprovechando programas de movilidad. Todo ello, nuevas experiencias que complementan la formación práctica que la facultad no nos brinda.

A pesar de que la experiencia es considerada la principal clave para un dominio de la función docente, se da aquí otra contradicción, como bien apunta Lourdes Montero, y se ve reflejado en el apartado 4 del trabajo. Pues no se acude a ellos como recurso inmaterial para qué puedan transmitir esa experiencia a los nuevos docentes, jóvenes llenos de vitalidad, y con necesidad de poner en práctica sus aprendizajes y continuar formándose, la información a veces se encuentra a nuestro alrededor y, de hecho, en nuestros relatos y a través del blog, no se ha visto reflejado una actitud colaborativa con un recurso como podría ser un profesor que lleva trabajando en el centro muchos años, o una persona que ya se encuentra jubilada pero que tiene en su memoria los muchos años de experiencia que le respaldan. Podríamos encadenar esto con el celularismo, esa burbuja de aislamiento que mantiene separados muchas veces a los profesores. Lo que comenta la maestra en el blog, narrando lo difícil que le resulta, a veces, ponerse de acuerdo con las compañeras.

Enraizando de nuevo con el tema de la experiencia, de la práctica, de aprender haciendo (Learning by doing), a través del error, creemos que como en cualquier profesión, es necesario que se aprenda de este modo, pero no podemos caer en el equívoco de permitirnos aprender absolutamente de esta forma, no siendo conscientes de la importancia de la buena educación, permitiéndonos el lujo de no formarnos día a día. Ya dijimos que es un trabajo que requiere mucho esfuerzo, ya que sobre los docentes recae una gran responsabilidad.

Como han considerado varios autores, la profesión docente es “ágrafa”, una profesión en la que no se escribe, donde los profesionales no dan cuenta, ni dejan constancia, del bagaje de su experiencia, donde se acaba por producir una pérdida de saber profesional, que podría constituir una fuerte teoría que junto con la práctica, ayudasen al docente a crecer en su profesión, a no dejar todo en “manos del hacer sino compartir un lugar con el saber”, un saber formado por las huellas de los profesionales. Aunque parece que las nuevas tecnologías están ayudando a mejorar esto, pues son muchos los profesores que, de diferentes formas, están utilizando la red para dejar constancia de lo que les ocurre a través, sobre todo, de blogs como el de esta maestra. Quizás, con el paso del tiempo esta práctica aumente considerablemente y se convierta en un recurso más, plenamente integrado a la actividad docente.

La falta de confianza que, muchas veces, empequeñece a estos profesionales, puede frenar el proceso de autoreflexión, y como consecuencia, las ganas de poner en conocimiento de lo demás su práctica diaria, sus pensamientos, reflexiones… aumentar la misma requiere de un refuerzo positivo que, como los niños, los profesores también necesitan, ese autoconcepto positivo que les hace confiar en sí mismos, y de este modo conseguir cualquier objetivo, siendo para esto imprescindible el apoyo de la sociedad.

Atendiendo a otro punto a los que se da importancia en los documentos de los diferentes autores que hemos utilizado como bibliografía, y se ve reflejado a lo largo de todo el trabajo, queremos hacer incapié en la necesidad de atender a las diferentes dimensiones del alumnado, ya que, como sabemos, cada individuo posee características que los diferencian de los demás, y por lo tanto merecen atenciones diferenciadas. Cada niño, tiene también diferentes dimensiones (emocional, intelectual, social…), centrándose el curriculum que los docentes deben cumplir intensamente en la dimensión intelectual, “abandonando” en ocasiones las demás, siendo estas de gran importancia. Tanto en el blog, como en uno de los relatos, podemos observar como se destaca la importancia y la valoración que los verdaderos protagonistas le dan a las restantes, sobre todo a la emocional.

Pero la dimensión emocional no es sólo importante en los alumnos, sino también en los profesionales, profesionales que no se sienten respaldados muchas veces por los padres, ni por la administración, y que muchas veces tienen que soportar la falta de educación y de respeto de los alumnos, y acaban arrastrando problemas psicológicos, problemas que deben tratar de frenarse con un apoyo desde los hogares y desde la comunidad, no quitan belleza a una profesión que forma “ni más ni menos” el futuro de nuestra población, aunque podemos argumentar que en el caso analizado, la maestra que forma parte de nuestro trabajo, se siente apoyada tanto desde las familias como desde la administración, casos que animan a pensar que esta situación puede encontrarse en un punto de inflexión cara a un cambio positivo.

Todas estas reflexiones desde los diversos puntos de vista, apoyan la necesidad de romper con la fragmentación tanto fuera de las instituciones (entre los diferentes sectores de la sociedad) como dentro de ellas, animando a la colaboración (como puede ser el ejemplo que se constata en el caso de unos de los relatos, de la profesora que animaba a la colaboración y cooperación de alumnos y profesores, rompiendo las barreras de los distintos niveles), una colaboración espontánea y natural, que no surja por unas imposiciones formales que no acaban por calar en las relaciones que se forjan dentro de nuestras escuelas.

Como punto final a esta reflexión donde hemos intentado cruzar las diferentes miradas, miradas que aunque puedan parecer distantes acaban siendo muy cercanas, como nos hemos dado cuenta en la realización de estas conclusiones, pues se trató de una construcción de un todo a través de diferentes partes, de un todo que significa mucho más conjuntamente que por separado.

No sólo hemos analizado perspectivas, sino que las nuestras hacia este trabajo han variado a lo largo del desarrollo del mismo, pues ha sido la suma de cada una de nosotras, de cada pedacito de nuestros recuerdos complementados con las experiencias de otras personas cercanas al mundo de la educación, las que han hecho que al puzle que en un principio parecía componerse de pocas piezas, se le hayan añadido muchas otras que creo configuran una mezcla interesante sobre la consideración de la situación de los profesores en el siglo XXI.

3 comentarios:

  1. En mi opinión la docencia con niños es una gran responsabilidad que conlleva no sólo la educación del niño para formarlo como adulto, esto por supuesto va unido a la labor de los padres que es importantisima, los valores los recibe el niño de ambos y de estos depende mucho el adulto que sera en un futuro, como ves es una labor no solo importante ademas de una gran responsbilidad por que el niño está creciendo en todos los niveles y depende totalmente de su entorno y sobre todo de las personas que dia a dia entan a su lado, ha sido un gusto leerte, un saludo

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Corazón Verde por tu comentario, ciertamente estoy contigo en lo que comentas sobre la importación de que se dé una educación compartida entre familia y escuela. Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Nuestro oficio cada vez se pone más complicado y es una pena. Al final parece que somos nosotros los únicos que enseñamos a ser, estar y pensar. Y el reconocimiento está bien pero si no te lo dan tampoco pasa nada. Lo malo es cuando encima te infravaloran.
    Que pases un buen día

    ResponderEliminar