"El Consejo Superior del Audiovisual de Francia (CSA) ha publicado este mes de agosto una instrucción que prohíbe a las cadenas francesas de televisión editar, difundir o promover programas destinados "específicamente" a niños menores de tres años a partir del próximo noviembre, para no influir negativamente en su desarrollo.
Según esta medida, los distribuidores en Francia de contenidos de televisión extranjeros y que fuesen creados expresamente para menores de tres años deberán comunicar a sus abonados de forma "legible y accesible" en la pantalla el mensaje de que "Ver televisión puede frenar el desarrollo de niños menores de tres años, aún cuando se trate de cadenas que se dirigen específicamente a ellos".
En los medios de comunicación audiovisuales, en Internet también, los distribuidores de programas para niños menores de tres años deberán comunicar que ver a esa edad la tele puede acarrear "trastornos del desarrollo" tales como pasividad, retraso en el habla, agitación, problemas de sueño y concentración o dependencia de las pantallas.
La nota del CSA recuerda que el Ministerio de Sanidad se ha pronunciado contra la difusión de cadenas de televisión específicas para menores de tres años y ha desaconsejado que estos bebés vean televisión, independientemente del tipo de programas en que se emitan. "
Y digo yo....
Desde luego la radicalidad nunca ha sido positiva para fomentar casi nada, quiero decir, el consumo de chocolate en exceso y a cualquier edad es negativo para toda persona. Pues para mí igual sucede con la televisión.
Creo que la televisión en exceso es negativa para el desarrollo de cualquier persona, ya tenga 2, 7, 45 o 62 años de edad.
Francamente, que la televisión se vea obligada a informar sobre la influencia que ésta puede producir sobre el desarrollo de los niños y niñas es un punto muy positivo, e igual debería suceder con cualquier tipo de programa independientemente de a quién esté dirigido. Creo que si colocas a una abuelita o abuelito delante de la televisión durante casi todo el día le producirá problemas como: " pasividad, retraso en el habla, agitación, problemas de sueño y concentración o dependencia de las pantallas" tal como se cita en la noticia que producirá a los niños y niñas de entre 0 y 3 años.
Igualmente pienso que en la sociedad en la que vivimos, con los numerosos avances tecnológicos existentes privar a un niño/a por muy pequeño que sea de la visualización de este medio no es muy positivo. No se trata de usar la televisión como una "niñera" para que el niño o niña esté quieto mientras los adultos realizan otra serie de actividades, se trata más bien de sentarte con tú bebé-hijo y hablarle sobre lo que está visualizando en la televisión, hablarle de lo que está sucediendo y hacerle participe de ello, y no un mero receptor pasivo.